EL PENSAMIENTO SOCIALDEMÓCRATA Y EL DESARROLLO SUSTENTABLE

1.- Introducción 

Alguien dijo que: «quien quiera que crea que el crecimiento exponencial puede continuar siendo exponencial en un mundo a todas luces finito, tiene que ser un loco o… un economista.»

No sé cuándo este sarcasmo fue expresado, pero debemos reconocer que en nuestros días son muchos los economistas que se han integrado a la lucha por la defensa del planeta y del desarrollo sustentable. Aunque ahora, como era de esperar,  ellos también son tildados de locos por las poderosas fuerzas productivas y del mercado.

Lo que acabamos de expresar puede darnos una idea de la complejidad del tema que entramos a tratar, porque no sólo hablaremos de un problema de equilibrio y de cordura, sino que además de ética y de la necesaria educación que deben alcanzar los habitantes de la tierra si queremos asegurar su subsistencia.

El equilibrio del ecosistema, la salud de las personas y la protección de la biodiversidad, reclaman hoy más que nunca la presencia de más locos que en el corto plazo nos sigan mostrando los estragos que el crecimiento económico desordenado está produciendo sobre el medio ambiente.  Y necesita también de economistas y de toda clase de profesionales, que a través de una concepción racional de las necesidades del hombre y de las posibilidades del planeta para satisfacerlas, planifiquen desde ya las estrategias de desarrollo sustentable, tanto doméstico como global, con el realismo y la seriedad  que está exigiendo el largo plazo.

2.- La Masificación del Planeta

Si pudiéramos hacer un balance de los problemas económicos, sociales y de medio ambiente que afectan tanto al hombre como al planeta en que habita, después de un crecimiento económico considerado exitoso hasta hace algunos años, podríamos mencionar:

  • Cerca de 3.000 millones de personas (casi la mitad de la población mundial), vive con menos de 2 dólares diarios, y más de 1.000 millones viven con menos de 1 dólar al día.
  • Más de 1.500 millones de personas no tienen acceso al agua limpia.
  • Más 800 millones de personas sufren de desnutrición.
  • 10 millones mueren todos los años por falta de atención médica mínima.
  • En los próximos 25 años la población del planeta se incrementará en una cifra superior a los 2.000 millones de personas, y esto sucederá principalmente en las regiones más pobres de la tierra.
  • El desequilibrio entre los países ricos y pobres no deja de crecer. El 1% más rico del planeta recibe tanto como el 57% de los pobres.
  • Agotamiento de algunos recursos naturales actualmente disponibles
  • Contaminación de la atmósfera, de las aguas y de los suelos.
  • Aumento de enfermedades y de enfermos. Entre un cuarto y un tercio de las enfermedades globales son atribuibles a factores ambientales.
  • Creciente dificultad para eliminar la basura y los desechos tóxicos.
  • Contaminación visual del paisaje urbano y rural.
  • Insoportable contaminación acústica
  • Sobre explotación de bosques y recursos marinos.
  • Cambios climáticos catastróficos
  • Agotamiento de los minerales y del petróleo, de los cuales depende actualmente el consumo.
  • Desprotección y aniquilamiento de la vida salvaje

Y para qué seguir. En estos tiempos de la información globalizada en que vivimos, estos datos ya se han repetido hasta el cansancio. Sus detalles, como por ejemplo la abismante cantidad de Há. de bosques nativos que se talan día a día, y la enorme cantidad de toneladas de CO2 que nuestras industrias envían al espacio, están al alcance de quien quiera interesarse por ellas, en las librerías y a tiro de internet. 

Lo que no sería comprensible es que estos fenómenos ambientales que ahora constatamos, y que se vislumbran más graves en el futuro, no nos alertaran o nos siguieran dejando indiferentes, porque no son otra cosa que los efectos de nuestra economía de consumo.

Como veremos a continuación, el hombre ha venido analizando este tema, especialmente a través de muchos Foros y Comisiones Internacionales convocados por las NU

3.- El Desarrollo Sustentable

El año 1987 marca un hito en el tratamiento de este tema, con la publicación del Informe de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo, de las NU,  conocido como el Informe Bruntland, y que define Desarrollo Sustentable como: «el desarrollo que responde a las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para acceder a su propias necesidades.»

Esta definición apunta a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la tierra, sin aumentar el uso de los recursos naturales   más allá de la capacidad del medio ambiente para proveerlos indefinidamente.

Podemos destacar también en esta visión de desarrollo, la presencia, la interdependencia y la interacción armónica en el corto y en el largo plazo, de tres factores fundamentales:

  • El crecimiento económico
  • El desarrollo social
  • Protección del medio ambiente

En el año 1997, la discusión de este tema provoca una gran expectación con la realización de otra Conferencia, llamada Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro. Rio-97 logró transformar definitivamente la agenda del medio ambiente que dominaba en forma exclusiva la discusión en  otros foros, en una de desarrollo sostenible. Naturalmente que las convenciones sobre Diversidad Biológica y Cambio Climático abrieron el camino a esta nueva visión.

La Cumbre de la Tierra logró instalar en la conciencia pública, la interacción  existente entre los factores ambientales, económicos y sociales que estructuran el desarrollo.

Esto, por desgracia, aún no ha sido asimilado por los países de América Latina, cuya debilidad socio – económica y ambiental quedó demostrado en la Conferencia Regional Preparatoria de América Latina y el Caribe, con miras a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, realizada en Johannesburgo en el 2002.

A pesar del alto nivel de ratificación de los acuerdos ambientales multilaterales mostrado por la región, su implementación ha sido baja, en gran parte debido al incumplimiento por parte de los países desarrollados de los compromisos asumidos en la Cumbre de la Tierra.

Cabe destacar, sin embargo, que por iniciativa de los gobiernos latinoamericanos y caribeños se incluyó el Mecanismo de desarrollo Limpio en el Protocolo de Tokio.

4.- Hacia una Nueva Forma de Desarrollo Armónico con el Medio Ambiente

El primer requisito para lograr una efectiva protección del medio ambiente debe ser una decidida preocupación ciudadana, informada y altamente instruida. En nuestro país, se ha constatado un gran interés por este tema, lo cual muestra un cuadro que puede calificarse de esperanzador

Por otra parte es necesario señalar que la protección del medio ambiente no produce rendimientos económicos inmediatos, lo que hace indispensable una participación decidida del Estado en la formulación y control de políticas claras y estables.

Desde el punto de vista económico y social, la más seria preocupación que el planeta tiene por delante es la suerte de las generaciones futuras, sin dejar de reconocer los problemas que enfrentan las actuales. Esta preocupación necesariamente está en pugna con la principal fuerza que mueve la economía de mercado, que no es otra que la remuneración inmediata y previsible de las empresas productoras.

Dicha fuerza cuenta con las energías y la inteligencia necesarias para dominar ampliamente el sistema económico imperante, a través de sus decisiones productivas y de un hábil y eficiente manejo de la información. Su premisa clave es que «sacrificar la libertad de decidir y de obtener beneficios en el presente, para proteger a la comunidad o a los hijos que aún no han nacido, significa  limitar la libertad que conduce el éxito económico.» Además esta fuerza está consciente de que tarde o temprano corresponderá al Estado velar por los intereses ambientales de corto y de largo plazo, por lo que es previsible esperar su oposición a cualquiera legislación futura que favorezca la protección del medio ambiente.

A pesar de sus éxitos económicos, Chile tiene grandes desafíos por delante, a los cuales debe abocarse antes de adentrarse plenamente en la vía del desarrollo sustentable. Entre ellos podemos mencionar:

  • Su carácter de gran exportador de materias primas lo hace proclive al agotamiento de los recursos naturales. Más aún. el aumento acelerado de sus exportaciones, como consecuencia de su apertura a nuevos mercados, si bien tonifica el crecimiento de su economía, agrava este problema.
  • También tenemos serios problemas en lo que se refiere al abastecimiento energético futuro y al desarrollo de nuevos tipos de energía.
  • Finalmente, desde el punto de vista social, su desarrollo deja mucho que desear en lo que se refiere a definirlo como un desarrollo sustentable. Al respecto debemos referirnos fundamentalmente a la calidad de su educación, tanto en los niveles básicos, como medios y superiores. En una calificación donde se midió el nivel educacional de 38 países, Chile alcanzó el lugar 36. Hay que decir que en todos los foros sobre desarrollo sustentable se reconoce a la educación como su primer pilar. El desarrollo de las ciencias y de la investigación debiera recibir una atención preferente del Estado, lo que en el caso de Chile e se muestra todavía discutible.

5.- El Modelo Social Demócrata de Desarrollo

Podemos decir que la SD es una fuerza filosófica que pone el bienestar del hombre como el principal objetivo de su acción política. A la vez ha demostrado que el hombre puede vencer cualquiera sea la dificultad que la Sociedad pueda enfrentar, evitando las pugnas y los conflictos irreconciliables, principalmente la lucha de clases.

La SD siente un gran respeto por la verdad y por la honestidad en su accionar político. Es por eso que no sólo lucha por el perfeccionamiento de los poderes del Estado, sino que además siente un gran respeto por su independencia.

Lo anteriormente expuesto la hace proclive y capaz de orientar su acción hacia el único objetivo que debiera tener una colectividad política: el perfeccionamiento y el engrandecimiento de la Sociedad en que actúa. A la vez la hace rechazar cualquiera acción que tienda hacia el provecho personal en perjuicio de los demás, especialmente de los más débiles y de los más necesitados.

Esto que digo, es de gran importancia para comprender su escaso éxito en América Latina, donde todavía el accionar político socialista sufre de una cierta tentación totalitaria, que a través de los gobiernos, se muestra inclinado a trabajar por el debilitamiento de esos tres poderes del Estado, cuya independencia es esencial. Los que así actúan, no se dan cuenta que se debilitan a sí mismos, abriendo las puertas a los poderes económicos y a la corrupción, que en nada se identifican con la protección del medio ambiente, ni tampoco con el derecho que todo ciudadano tiene a la educación y al trabajo bien remunerado, incluso en períodos de crisis económicas.

Ello trae también por consecuencia la concentración del poder y el abandono de las regiones y de las clases más desposeídas.

Finalmente, se ha configurado en la región un esquema de Gobiernos que han perdido su rumbo y que no han logrado comprender su verdadero rol orientador, educador, regulador y protector del bienestar de las generaciones presentes y futuras, a través de una decidida acción de largo plazo.

Personalmente, como social demócrata, creo que la economía de mercado es un buen instrumento para desarrollar la actividad económica, a la vez que creo que la Globalización es un fenómeno irreversible. Pero también creo que la economía de mercado es sólo una herramienta al servicio del hombre, que como cualquier otra herramienta, puede tener efectos negativos, pero que el Estado tiene el deber de corregir y regular.

De la misma manera, los socialdemócratas creemos que no hay desarrollo económico sustentable sin democracia, y que es imposible tener una democracia estable sin que en ella imperen los principios morales y éticos. El mundo verá dentro de poco que de la práctica obligada de estos valores dependerá el futuro del planeta y de la humanidad

Como hemos dicho en otras ocasiones, la SD nació de un pensamiento técnico, en función de la economía y del trabajo. Pero hasta ahora la economía y la técnica han tendido a oprimir al hombre en lugar de estar a su servicio.

Para nosotros los socialdemócratas, la verdadera clave del desarrollo sustentable se encuentra menos en la técnica y en el dinero, y más en la capacidad de los hombres para dominarlos y ponerlos definitivamente al servicio de la humanidad.

A nosotros los socialdemócratas no nos basta, como muchos piensan,  con seguir hablando demagógicamente acerca de crear una sociedad con igualdad de oportunidades. Porque sabemos que son muchos los niños, los jóvenes y los trabajadores que por múltiples razones, especialmente la pobreza, no pueden llegar hasta esas oportunidades.

Y porque sabemos que esas oportunidades llegan todavía menos a las mujeres.

Es necesario entonces que el Estado asuma definitivamente su responsabilidad social y enfrente con valentía y con honestidad las poderosas fuerzas que siguen pujando por aumentar la brecha entre ricos y pobres en nuestro país.

Pero, por sobre todas las cosas, es necesario que los socialdemócratas de Chile y de Latino América, incorporen por fin  a su accionar político, las poderosas fuerzas de la honestidad, de la consecuencia y de la credibilidad, cuya ausencia no nos ha permitido contemplar con vergüenza y con compasión, la injusta sociedad en que vivimos.

 

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