Francisco Sáez

SOLUCIONES PARA UNA TRANSICIÓN INCONCLUSA : UN FUTURO SOCIALDEMÓCRATA

En Octubre de 1992, Francisco Sáez Cornejo publicó un folleto con el título «Soluciones para una Transición Inconclusa: Un Futuro Social Demócrata.» Hoy, sus pensamientos plasmados en ese manifiesto cobran gran actualidad por su anticipada visión de los hechos que han ocurrido en Chile desde esa fecha. A 29 años de su publicación, este documento se convierte en un legado histórico cuya lectura de hace imprescindible para comprender la realidad política chilena de hoy.

Francisco Sáez Cornejo escribió lo siguiente :

Queridos amigos:

La transición hacia la Democracia aún no ha terminado. La labor que queda por hacer es inmensa. Los enemigos de la libertad siguen al acecho. Es hora de pasar a la ofensiva.

Es hora de decir a todo el mundo quienes somos y qué queremos: Somos Social Demócratas y, ante todo, chilenos. Queremos el poder pacificar definitivamente nuestra sociedad; para llevar la tolerancia donde quiera donde quiera que debamos discutir y negociar; para devolver la dignidad a todos los hombres de Chile; al trabajador, cuyos esfuerzos y sacrificios no sólo han permitido el resurgimiento económico de la Nación sino que también un nuevo entendimiento con el aparato productivo y empresarial.

Para abrir nuevamente las puertas del futuro a los jóvenes y mujeres de Chile y para demostrar a nuestro pueblo que juntos se trabaja mejor que divididos y que un Gobierno de Chile, para Chile y por Chile, todavía es posible en nuestra tierra.

A continuación les ofrezco un minucioso y objetivo análisis político, para tratar de comprender por qué estamos en esta coyuntura, cuáles han sido nuestros errores, como podemos enderezar la senda y que nos resta por hacer para echar a caminar por fin el Proyecto Social Demócrata de desarrollo a través de las páginas de la historia de Chile futuro. Estamos seguros que este Proyecto, más que un sueño, es la más real alternativa que tiene  nuestra Nación para establecerse entre los líderes del Mundo Moderno.

INDICE

  1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………… .4
    • El Mundo Moderno………………………………………………………… 4
    • Los Problemas administrativos del Mundo Moderno:
    • La crisis de los Gobiernos………………………………………………………4
    • Los Peligros institucionales del Mundo Moderno…………  5
    • El Caso de Chile…………………………………………………………… . 5
    • Un punto de extrema importancia:
    • Reformar la Constitución Política de Chile………………………………………6
  2. LAS IDEOLOGÍAS Y EL GOBIERNO MODERNO…………………………………..    6
  3. LA DOCTRINA SOCIAL DEMÓCRATA : UN MODELO DE DESARROLLO..7
  1. UN GOBIERNO SOCIAL DEMÓCRATA PARA CHILE…………   8
  2. EL CHILE NUEVO………………………………………………………………10
  3. El compromiso con Chile…………………………………………………10
  4. Las bases mínimas de acuerdo………………………………………..10 I
  5. NGREDIENTES INDISPENSABLES PARA CONSTRUIR EL COMPROMISO CON CHILE…12
  6. La credibilidad…………………………………………………………………14
  7. La consecuencia………………………………………………………………15
  8. UN NUEVO ESLABON PARA EL PROGRESO DE CHILE:
  9. LA DOCTRINA SOCIAL DEMOCRÁTA O EL SOCIALISMO LIBERTARIO
  10. CONCLUSIONES

La sociedad moderna se caracteriza por un proceso profundo y acelerado de cambios, que la hacen muy diferente a la que conocimos tan solo hace 20 años. El progreso científico y tecnológico, de las comunicaciones, la revolución de las costumbres, el terrorismo, la contaminación ambiental, el caos de las finanzas y del comercio internacionales, las nuevas enfermedades, la crisis energética, y las nuevas tácticas de influencia geopolítica asumidas por las superpotencias, nos dicen que el mundo ya nunca será como antes. Y que si bien es cierto que debemos un profundo respeto al pasado y a la obra de nuestros padres, también es cierto que se necesita una nueva actitud para enfrentar el futuro.

Los problemas económicos y sociales que crean los cambios negativos del mundo moderno, a los cuales podemos agregar la tendencia mundial al aumento de las migraciones, la explosión demográfica, el desprestigio de la política, la falta de infraestructura social y de obras públicas para enfrentar la descentralización de los países, el aumento creciente de la actividad económica informal, las nuevas relaciones entre el trabajo y el capital, etc., están exigiendo en forma urgente afrontar el anquilosamiento de los ministerios y hacer frente con valentía a una nueva concepción de los Gobiernos, del Estado y de la actividad parlamentaria.

1.3         Los Peligros Institucionales del Mundo Moderno

Los dramáticos avances científicos y tecnológicos y los cambios geopolíticos del mundo moderno, están irrumpiendo con fuerza en el quehacer político, económico y social de los pueblos. Sólo una inteligente actitud de las doctrinas políticas podrá defender y preservar los principios libertarios, de justicia y solidaridad. Así se evitará el despertar de nuevas y sofisticadas tentaciones totalitarias sobre la faz de la tierra.

1.4         El Caso de Chile

Hoy día, cuando Chile avanza claramente por la senda del desarrollo económico estable, se hace más necesario que nunca una acción clara y definida, desde todos los sectores políticos, sindicales y empresariales, por consolidar la Democracia en nuestro país y afirmar sus bases institucionales.

A este respecto, hay muchos puntos del Programa de Gobierno de la Concertación (y otros que se han presentado durante su transcurso) que deben ser resueltos a la brevedad posible, para avanzar en esta consolidación democrática. Entre ellos debemos mencionar:

1.5    Un punto de extrema importancia: Reformar la Constitución Política de Chile.

En lo que se refiere a este último punto, cabe destacar que, hasta ahora, muchas discusiones se han llevado a cabo, dando la impresión de que algunos tienden a confundir la reforma de nuestra Carta Fundamental con una lucha de poderes por consolidar posiciones y asegurar futuras oportunidades en la Administración del Estado.

Al respecto debemos ser tajantes. No puede una Constitución Política que hace de los chilenos sólo hombres que rivalizan por el poder, traer la unidad, el consenso y la estabilidad social al país. Más aún, no puede asegurar la paz de la Nación frente a futuros conflictos que afrontarán las nuevas generaciones y que ahora no podemos ni siquiera sospechar. En consecuencia, cualquiera que sea la época en que vivamos, la Constitución Política del Estado debe asegurar la igualdad de derechos a todos los habitantes de nuestra Nación.

  1. LAS IDEOLOGÍAS Y EL GOBIERNO MODERNO

Está muy de moda hablar de las ideologías: un autor ha llegado a predecir su fin. Lo cierto es que aquellas ideas materialistas de izquierda y de derecha que subyugaban al hombre como un medio para obtener fines históricos, costaron inútilmente muchas vidas a la humanidad y se demostraron extremadamente ineficientes política, social y económicamente. Esas doctrinas se muestran ahora en retirada, pero nadie podría asegurar su extinción.

Por otra parte, los nuevos problemas que afronta la humanidad y el planeta requieren otra forma de relación entre los hombres, que marca su acento en la solidaridad, la libertad y la tolerancia. Esos problemas son:

Si no se da solución a estos problemas se obtiene como resultado lo que el mundo ya conoce suficientemente: la pobreza, la plaga de la guerra y la degradación progresiva de las condiciones de vida en el planeta.

Es por estas razones  que las doctrinas filosóficas como el socialismo democrático o libertario, el humanismo cristiano y el liberalismo siguen vigentes, buscando en todo momento, su perfeccionamiento en el campo económico a fin de mejorar la calidad de vida y el bienestar de todos los hombres de la tierra.

Para hacer operativos los descubrimientos en la ciencia administrativa y en la política, estas doctrinas están buscando una nueva concepción del Estado y el Gobierno: más operativos, más eficientes, menos politizados, más estables, más justos y con más credibilidad. Lo mismo y especialmente, para la actividad parlamentaria.

III.     LA DOCTRINA SOCIAL DEMÓCRATA: UN MODELO DE DESARROLLO

Tal vez el más importante descubrimiento que ha hecho el hombre en el último decenio es que la Democracia  es la condición necesaria y fundamental para el desarrollo de los pueblos. Y es que el desarrollo de los pueblos tiene mucho que ver con la libertad de los hombres y con los principios de dignidad y de justicia.

En los tiempos actuales, el concepto de libertad debe entenderse plenamente, e incluso en el campo económico. Esto da origen a un nuevo tipo de sociedad, donde la labor del Estado se conjuga plenamente con la iniciativa privada, a fin de acelerar el crecimiento del producto y el bienestar de sus habitantes. En otras palabras, para aumentar su estándar de vida. Hoy, por ejemplo, podríamos asegurar que ninguna solución eficiente puede darse a los problemas señalados anteriormente (punto II), sin una acción conjunta y coordinada del Estado y la empresa privada.

La doctrina Social Demócrata es libertaria, tolerante, solidaria, lo que la obliga a aceptar ampliamente la competencia, la propiedad privada y la propiedad de los medios de producción. Sin  embargo, como concibe al hombre como destinatario último de toda la actividad económica de la Nación, es implacable en establecer la responsabilidad reguladora del Estado allí donde la iniciativa privada no pueda o no se interese por ser eficiente o donde no se estén cumpliendo plenamente las leyes de sana competencia y de plena información del mercado.

Es por esta razón que la doctrina Social Demócrata – sin pretender transformarse en una idea totalizante como el marxismo, o el social cristianismo—es en sí un Modelo de Desarrollo Económico y de Administración para la sociedad en que vive.

IV      UN GOBIERNO SOCIAL DEMÓCRATA PARA CHILE

La economía Social Demócrata forma parte de un modelo de desarrollo para nuestro país, que no sólo debe ser eficiente económicamente, sino que asegure también la justicia y la dignidad de toda la Sociedad, a todos los hogares, a todos los hombres y mujeres, a los niños y al futuro que quizás nosotros no podremos ver ( sin distinción de credos religiosos o ideologías políticas).Sólo así podremos asegurar también la paz a nuestro país, después de tantos años de lucha y de violencia, que han debilitado las fuerzas, la fe y las esperanzas del pueblo chileno.

Ningún régimen político que en el mundo haya abandonado estos principios, justificando su actuación en el pragmatismo económico, en la necesidad de hacer frente a la contingencia político-social basándose en la lucha de clases, ha podido preservar la democracia para su pueblo. Es por esta razón que algunos partidos políticos de extrema derecha y de extrema izquierda han auto cuestionado su derecho a acceder al poder, porque mientras no revisen y expliquen claramente las duras posiciones ideológicas y pragmáticas con que gobernaron en el pasado, seguirán siendo responsables de la división que aún sigue traumatizando a la sociedad chilena.

La doctrina Social Demócrata está firmemente comprometida con los principios libertarios, que también son los ingredientes fundamentales de la Democracia. Adopta la Economía Social de Mercado y no se guía ni por el marxismo ni por la lucha de clases. Incentiva la iniciativa privada y acepta la inversión extranjera. Está plenamente preparada para acceder al poder en Chile. Sin embargo, para hacerlo necesita tener un brazo ejecutivo, un partido político con perfil Social Demócrata capaz de gobernar. Tres colectividades políticas podrían arrogarse  en Chile el perfil Social Demócrata: El Partido Radical, el Partido Socialista y el PPD.

¿Cuál de ellos tiene más credibilidad? ¿Podrá algún día el Partido Radical liberarse del oculto quiste marxista que lleva oculto en su interior?

En el mundo todos los partidos socialistas han abandonado progresivamente el marxismo. En Chile falta avanzar más claramente sobre este tema, y en otros como el rol del Estado en la Sociedad del siglo XXI, su posición frente a la propiedad privada, iniciativa privada e inversión extranjera. Queda todavía un avance sustancial en lo que se refiere a un verdadero plan de Gobierno Social Demócrata. Hay que erradicar al temor (a veces por definición) a las privatizaciones. Hay que aprovechar el extraordinario avance que se ha realizado en nuestras relaciones exteriores durante el actual Gobierno, para concebir la nueva Diplomacia Chilena, que pueda integrar los actuales conceptos del Comercio Internacional y de la Geopolítica, a fin de insertarse definitivamente en la colectividad internacional. Finalmente hay que proponer un sólido plan de modernización del Gobierno y de sus Ministerios.

En el mundo occidental el Socialismo se renovó desde dentro, por las ideas de sus mejores hombres, eliminando sus ineficiencias seculares (ineficiencia económica, tentación totalitaria una vez alcanzado el poder, subyugación política de sindicatos y estamentos comunales). Aquí en Chile muchos tienen la impresión de que el socialismo se renueva aguijoneado solamente por la crítica de la derecha y el neoliberalismo: que mientras más se disfraza de este último más renovado es.

Debemos erradicar definitivamente esta falsa idea de la opinión pública.

  1. EL CHILE NUEVO

5.1    El compromiso con Chile

El Chile del futuro necesita desesperadamente encontrar las vías que le permitan iniciar su desarrollo integral. El Chile actual goza de una excelente salud económica, que podría asegurarle un crecimiento económico sostenido.

Sin embargo este crecimiento económico sostenido sólo puede lograrse en medio de una estabilidad social permanente, sustentada por la concertación de todos los agentes económicos, políticos y sociales, cualquiera sea su tendencia.

Es imposible concertarse 100% en algo, cuando se piensa diferente y se está compitiendo por los votos del electorado. Pero sí es posible concertarse en un porcentaje que a todos les sirva por igual, una vez alcanzado el gobierno.

Ese porcentaje ideal de concertación, podría definirse como una base mínima de acuerdo o Un compromiso con Chile.

5.2    Las Bases Mínimas de Acuerdo

¿Cuáles son las cosas en las que todos los políticos están de acuerdo cuando se les entrevista o cuando están en campaña?

Todos las conocemos suficientemente:

Todo esto requiere  de un gasto fiscal, de un esfuerzo del Estado que debe ser realizado cuanto antes, si no se quiere arriesgar nuevamente nuestra estabilidad institucional. Por la misma razón, es necesario que todo el mundo comprenda que esto requiere  de políticas tributarias que- no sólo cumplan con los objetivos anteriores, sino que tampoco ahoguen ni desincentiven la iniciativa privada, lo cual, naturalmente, frenaría el crecimiento y restaría las posibilidades de financiamiento al Fisco.

La iniciativa privada es sin lugar a dudas el motor del progreso chileno

La única manera de lograr una base óptima para el progreso, o compromiso con Chile, es que todos estemos de acuerdo en:

  1. Que estos problemas existen y que es inútil seguir buscando su paternidad
  2. Que si estos problemas persistente sin solución, arriesgan la estabilidad social necesaria para sostener el crecimiento económico
  3. Que no todos pueden ser solucionados por la iniciativa privada
  4. Que ellos deben ser solucionados en un plazo prudente
  5. Que para solucionar aquellos que requieran de un plan de largo plazo, se establezca un gasto fiscal óptimo anual, inamovible, cualquiera sea el gobierno del momento.
  6. INGREDIENTES INDISPENSABLES PARA CONSTRUIR EL COMPROMISO CON CHILE

Este compromiso debe ser propuesto y realizado por los sectores políticos en forma seria y sin fines electorales, puesto que persigue la estabilidad y la paz social del país. Debe estar dirigido a todos sus integrantes, instituciones y organismos. Especialmente a los sindicatos, a los empresarios agrícolas, mineros e industriales (pequeños, medianos y grandes), a los trabajadores y profesionales que sirven al Estado a los independientes y a los jóvenes.

Sin embargo, debemos decir claramente que la crisis política y social vivida por el país en los últimos veinte años, ha impulsado a muchos en el gobierno de la transición a preocuparse solamente de los aspectos de la reestructuración política de los partidos y a un análisis poco profundo de las soluciones que debemos dar a la crisis global de la infraestructura que sufre el país.

Ello se ha traducido en la indiferencia, desconfianza y falta de credibilidad generalizada en nuestro pueblo en los políticos, que no sólo afirmó en un momento al gobierno de Pinochet, sino que al régimen de las Fuerzas Armadas. Hoy, desgraciadamente, sin temor a equivocarme, puedo hacer las siguientes afirmaciones:

Estos aspectos negativos de lo que está sucediendo en la política nos hace pensar que, para lograr un verdadero compromiso con Chile, se necesita traer de nuevo a la conciencia y espíritu de nuestro pueblo los siguientes ingredientes:

6.1    La Credibilidad

El pueblo de Chile quiere creer en alguien; quiere confiar en algo y en alguien. El pueblo de Chile quiere olvidar el pasado; quiere tener un presente tranquilo y justo; quiere un futuro para sus hijos, también justo y estable.

El pueblo de Chile se cansó de la dictadura; pero también está cansado de los experimentos, de las revoluciones de café y de los “referentes”. Está cansado de aquellos que creen que la política es una solución personal para sus vidas, antes que una maravillosa empresa de servicio a los demás, especialmente a los más débiles. Una empresa noble, creativa, inteligente y desinteresada, donde  naturalmente deben intervenir los mejores y no los que nos tienen acostumbrados a la desilusión y el fracaso.

La historia de América Latina nos ha alertado hasta el cansancio sobre aquellos políticos e ideas políticas que creen que el pueblo es una voluntad ciega, que se puede conquistar en las urnas, en Democracia, y un pecho siempre disponible para recibir la bala asesina durante la dictadura.

Pero, como decía Hegel: “Muy pocos son capaces de aprender de la historia.” Más enseña el dolor y el sufrimiento. Y las madres de Chile ya se cansaron de sufrir no sólo las penurias económicas sino que, más aún, la humillación de sus esposos e hijos. Para ellas la justicia siempre ha llegado tarde… cuando ha llegado.

Ellas, las madres, conocen más que nadie el saldo de la violencia en los últimos años: las víctimas son, en su gran mayoría, jóvenes de veinte años. Y muchos de ellos fueron niños inocentes. El gran anhelo de muchas de ellas es encontrar el cadáver del ser querido para darle sepultura.

¿Cómo podemos evitar que esta grave evidencia no sea aprovechada por los amantes de la violencia para desestabilizar la paz social en Chile? Pues simplemente practicando la honestidad  y consecuencia políticas: después de analizar estos dolorosos hechos, ningún político que desee pasar por serio y consecuente, podrá ya jamás entregar su tiempo, su inteligencia y sus ambiciones a otra cosa que no sea devolver, primero la confianza y la credibilidad de nuestro pueblo, y luego su dignidad.

Y eso no se consigue moviendo las caderas en el Festival de Viña, ni en los conciertos de música pop en el Estadio Nacional. Eso es simplemente frivolidad y no haber entendido el difícil momento de Chile. Tampoco se consigue con acuerdos bajo la mesa, a espaldas de las bases. Eso sólo se consigue ofreciendo una imagen clara, honesta y definida a través de actitudes y proyectos también claros, honestos y definidos, para afrontar los problemas de nuestra Sociedad.

Alguien dijo: “La Democracia es una herencia espiritual, una actitud del espíritu. La política es todavía la más grande y la más noble de las aventuras”.

Esperamos que ello sea comprendido por quienes han recibido la confianza del pueblo de Chile y, sobre todo, por aquellos que creen que Chile ya clavó definitivamente la rueda de la fortuna y que la Concertación es un traje de novia cuya cola debe ser sostenida y escoltada por los partidos más chicos.

6.2    La consecuencia

La diferencia que hay entre un estadista y un político que yerra su vocación, es la misma que hay entre un político consecuente y otro inconsecuente. Es decir, entre uno veraz que actúa siempre de acuerdo a lo que piensa y el que no sólo se traiciona a sí mismo, sino que también a los que en él depositaron su confianza..

Es cierto que la consecuencia en la política generalmente no rinde buenos resultados, porque a la gente le gusta a veces que le prometan lo imposible. Si un hombre es veraz y realista nunca  aceptará prometer más de lo que puede dar,  y, con ello, estará limitando su posibilidad de ganar votos.

Lo más probable entonces es que un político consecuente se pierda en la noche de los tiempos sin que nadie haya entendido hablar de él. Pero, si ello no sucede, es seguro que en los momentos de crisis moral de la sociedad, la gente lo verá como su única solución, libre de ataduras, componendas y chanchullos bajo la mesa.

Es por ello que me atrevo a aseguran que la política es el arte y a la vez el riesgo de ser consecuente en la política.

Antes cuando el aire, la energía, el agua, las materias primas, los productos del mar eran infinitos poco importaba una mentirilla, una muestra de ignorancia o una promesa incumplida. Pero ahora, cuando las sociedades sufren la escasez, la contaminación, la agresión comercial y financiera de las súper potencias, las nuevas enfermedades, la violencia, el terrorismo, las drogas, la crisis de la familia, etc., nadie puede permitirse el lujo de actuar diferente a lo que piensa, a riesgo de provocar grandes males y desgracias en la sociedad en que vive.

Pero recordemos que  nuestro propósito es describir los ingredientes  necesarios para construir un nuevo Compromiso con Chile, es decir, los ingredientes necesarios para asegurar la estabilidad y continuidad  nuestro proceso de desarrollo integral como nación moderna.

¿Qué fue lo que prometimos al pueblo de Chile durante la dictadura?

En lo económico, fundamentalmente un crecimiento con equidad, es decir, con una distribución del ingreso más justa. Pero, en lo social, fuimos más lejos prometiendo:

Esto prometimos y después de tres años de Gobierno, ¿Cómo explicar al pueblo de Chile, a los jóvenes, a las mujeres y a las familias?:

La lista es larga, pero no se trata aquí de detallar lo que está mal, sino de mostrar que aún hay problemas sociales y económicos que prometimos resolver durante el Gobierno de Transición a la Democracia y que aún no están resueltos.

Son problemas que al no resolverse le restan dignidad a las personas y a las familias; son problemas que no están señalando que aún vivimos en una sociedad injusta, en la cual la solidaridad sigue ausente.

Y, ya lo dijimos antes: Los ingredientes básicos de la Democracia son la justicia, la libertad y la dignidad de las personas.

Hemos ganado la libertad, pero aún nos falta conquistar la justicia y la dignidad para todos. Por lo tanto, me atrevo a decir que ¡nuestra democracia no está asegurada¡

El anterior análisis me lleva a afirmar lo siguiente:

VII.    UN NUEVO ESLABÓN PARA EL PROGRESO DE CHILE: LA DOCTRINA SOCIAL DEMÓCRATA O EL SOCIALISMO LIBERTARIO

Las constataciones anteriores nos muestran que tanto la coyuntura actual como el futuro político y económico de Chile, exigen un modelo de desarrollo cuyos valores tienen mucho en común con la doctrina social demócrata, o socialismo libertario, muy distinto, tanto del comunismo como del capitalismo.

¿Cuáles son estos valores con los cuales los socialdemócratas del mundo están de acuerdo? Ya los hemos nombrado, pero ahora lo vamos a asociar un poco más a nuestro modelo de desarrollo.

  1. Primer valor : La Libertad

Nosotros podemos dar por hecho (ya que es una evidencia histórica), que hay una complementación, una relación necesaria, entre la libertad política y la libertad económica.

  1. Segundo Valor : La Democracia

Como dijimos anteriormente, el verdadero descubrimiento de este decenio, es que la democracia es una condición necesaria para el desarrollo. Chile y América Latina en general, lo saben muy bien.

  1. Tercer Valor : La Solidaridad

Es a partir de la solidaridad que debe desarrollarse la protección social. Es ella la que debe aclarar, necesariamente, las relaciones entre la ciudad y el campo. Las relaciones entre el Estado y los cesantes, con los que no tienen salud, los analfabetos, los indígenas, las madres solteras.

  1. Cuarto Valor : La primacía del Derecho

La mayor diferencia que existe entre el socialismo libertario y el capitalismo civilizado -más allá de la solidaridad- es que la primacía del Derecho no se limita solamente al estado civil o al orden público, sino que concierne, en primerísimo lugar, a la economía. Es necesario terminar definitivamente  con la ley de la selva en el mercado.

  1. Quinta Valor : La descentralización

Ya sea que se trate de descentralizar el poder político y administrativo del poder económico, el objetivo es el de crear -a la vez- los contrapesos al poder central, y las condiciones para una mejor movilización social para el desarrollo.

El desarrollo no se importa, no se hace por medio de una invasión externa. El verdadero desarrollo es endógeno, autónomo, local y, no se puede realizar sino cuando está animado y conducido en el terreno, internamente.

Esto es tan verdadero para las naciones enteras como para el desarrollo agrícola de un grupo de pueblos, para el control del crecimiento urbano, para la industrialización y electrificación. Esta es la misma verdad que hace que los EE.UU., Alemania Federal y Suiza hayan obtenido inmensos beneficios de sus estructuras federales; que Francia se haya debilitado por los excesos de un centralismo administrativo, y que el centralismo estático en el tercer mundo produzca esos proyectos faraónicos, de los cuales todos conocemos sus ineficiencias. La pequeña irrigación es más eficaz que los vastos programas que ignoran la realidad del terreno. Esto Chile lo conoció durante los pasados Gobiernos, donde la Corfo  jugó un rol fundamental.

“La descentralización del poder es un valor democrático y una condición necesaria para el desarrollo.”

  1. Sexto Valor : dominar el progreso técnico

El socialismo nació de un pensamiento técnico. Pero la economía y la técnica han oprimido a los hombres en lugar de servirlos. Es necesario invertir este fenómeno. “La verdadera clave del desarrollo no es tanto la técnica o el dinero, sino la capacidad para dominar la técnica.”

  1. Séptimo y último valor: Modernizar el Gobierno

De los valores mencionados anteriormente, orientados a favorecer el desarrollo del país a través de un Gobierno Social Demócrata, se obtiene este último valor, que se podría decir, tiene carácter de herramienta. Ninguna política, por muy excelente que sea, puede generar resultados eficientes si los brazos ejecutores no lo son. Mis correligionarios me han escuchado decir, desde hace mucho tiempo, que considero ineficiente la idea de tres ministerio que a veces se traslapan y a los cuales se ha agregado últimamente el Mideplan. Me refiero a Hacienda, Economía y Corfo. Tampoco considero eficiente para un país que el todo sea menos importante que una de sus partes  y en este caso, me refiero a la primacía anómala que ejerce Codelco sobre el Ministerio de Minería.

En la sociedad moderna, las enfermedades son diferentes; también lo son las urgencias. Hace veinte o treinta años, las urgencias de las postas eran las apendicitis (o su complicación mayor, la peritonitis), así como los accidentes. Hoy los infartos y el aumento de los accidentes del trabajo y del tránsito, paralizan el servicio de las postas de urgencia y de los hospitales, porque no tienen los medios ni los recursos para atenderlos. Por estas razones y otras, creemos que el Ministerio de Salud debe ser modernizado y complementado por otros organismos.

Y como somos hombres democráticos, que creemos en el progreso y en la capacidad e inteligencia de nuestros hijos para superarnos y conseguirlo, llegaremos sólo hasta aquí en nuestras proposiciones, de manera que ellos sigan la labor.

VIII.  CONCLUSIONES

León Blum definía de la siguiente manera el Socialismo:

“El Socialismo nació de la conciencia de la igualdad natural entre los hombres, mientras que la sociedad en que vivimos está fundada enteramente en el privilegio. Nació de la cólera y de la compasión que suscitan en todo corazón honesto, espectáculos intolerables como la miseria, la cesantía, el frío, el hambre; en tanto que la tierra (como lo ha dicho el poeta), produce suficiente pan para alimentar a todos los hijos de los hombres; mientras que la subsistencia y el bienestar de cada criatura viviente deberían estar asegurados por el trabajo; mientras que la vida de cada hombre debería estar garantizada por la solidaridad de todos los demás. Nació del contraste escandaloso y desolador que nos muestra la opulencia de algunos y la penuria de otros. Nació del contraste que hay entre la labor agotadora de algunos y la pereza insolente de otros”.

“El Socialismo no es, como se ha dicho tantas veces, el producto de la envidia, que es el más bajo de los móviles humanos, sino que es producto de la justicia y de la piedad, que son los más bellos”.

“El Socialismo es entonces una moral y casi una religión, en tanto que doctrina. Es la aplicación exacta en nuestra sociedad presente de esos sentimientos generosos y universales, sobre los cuales deben fundarse la moral y el espíritu del hombre.”

En estas hermosas palabras de León Blum, están involucrados todos los principios de libertad, igualdad, solidaridad y justicia social, con los cuales el Socialismo libertario debería estar indisolublemente comprometido. Y, desde esa perspectiva, el tema que he desarrollado en este trabajo, adquiere una importancia extraordinaria, ya que, como todos sabemos, a través del juego económico puede consolidarse una situación política anómala, difícil de reivindicar más tarde por medios pacíficos, como está sucediendo en Chile.

Hemos visto que los valores que otras doctrinas y modelos políticos olvidan, para nosotros son básicos y pueden constituirse en los pilares del Modelo de Desarrollo Social Demócrata que Chile necesita. La médula del asunto, hasta aquí tratado, es una nueva definición del rol del Estado: El Estado no está hecho para producir.

Michel Rocard, eminente socialista francés, sin cuyo concurso este trabajo no habría visto la luz, dice:

“Allí donde el Estado pretende erigirse como el monopolio de producción, el desarrollo se detiene (y nosotros no somos comunistas). Sin embargo, el Estado está hecho para fijar reglas del juego exigentes y para controlar estas reglas (y aquí no somos liberales).”

El Estado no debe ser ciego e indiferente. Muchos quisieran, en Chile, que el Estado le robara la venda a la justicia y se la pusiera en sus propios ojos. E incluso muchos hombres que han entendido mal la renovación del socialismo, creen en ello y casi se han convencido.

Desde el punto de vista de nuestras relaciones internacionales, es importante hacer notar que los principios y valores detallados anteriormente (y que son los fundamentos de la doctrina Social Demócrata), son los mismos que profesan las naciones del Norte, Podrá separarnos una brecha económica y tecnológica; pero el desarrollo basado en la libertad y la democracia nos seguirá uniendo.

La Doctrina Socialdemócrata, que representamos, es fundamentalmente un Socialismo libertario, tolerante, sin dogmatismos ni ideas preconcebidas; no sólo ofrece un Modelo de Desarrollo para Chile, sino que, también, el mejoramiento de nuestra presencia internacional, de nuestras relaciones con las naciones del norte sobre bases más justas, pacíficas y provechosas. El mejoramiento de nuestra diplomacia en los foros internacionales, así como los injustos términos de intercambio en nuestro comercio exterior lo hacen profundamente necesario.

    “El mundo ya no es el mismo de antes: en medio de un maravilloso triunfo científicos y tecnológico, el hombre ha logrado vencer la distancia que los separa de la luna y de otros planetas. Sin embargo, en Chile, en América Latina y en gran parte de este mundo, aún quedan personas que no pueden vencer la distancia que los separa de un trozo de pan, de una humilde escuela, de la justicia y de la dignidad”.

Francisco Sáez

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